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🕒 El tiempo con TDAH

el tiempo con TDAH

Si alguna vez sentiste que el día se te va sin entender en qué momento, o que una tarea simple te cuesta horas comenzar, probablemente entiendas lo que significa vivir el tiempo con TDAH.
Para muchas personas, no se trata de falta de disciplina o ganas, sino de cómo su cerebro percibe y procesa el tiempo de forma distinta. Este artículo explora por qué es tan difícil “empezar” con TDAH, y cómo puedes aprender a trabajar con tu mente —no en su contra— para lograrlo.

🧠 Cuando el tiempo no se siente igual

Las personas con TDAH no perciben el tiempo de manera lineal. Para muchos, el reloj no marca horas, sino solo dos estados: “ahora” y “no ahora”.
Eso explica por qué una tarea urgente puede olvidarse por completo hasta el último minuto, o por qué la motivación solo aparece bajo presión. No es pereza: es una diferencia neurológica en cómo el cerebro maneja la atención, el impulso y la percepción del paso del tiempo.

Comprender el tiempo con TDAH es entender que la mente busca estímulos constantes, y cuando una tarea no ofrece interés inmediato, el cerebro simplemente la “pospone”.

Por qué cuesta empezar (aunque quieras hacerlo)

Iniciar una tarea activa distintas áreas cerebrales: planificación, concentración y control de impulsos. En el TDAH, esas áreas funcionan de forma más dispersa, y sin una dosis de dopamina o interés emocional, el cerebro no arranca.

Por eso frases como “solo hazlo” no ayudan. Quien vive el tiempo con TDAH no necesita más fuerza de voluntad, sino mejores estrategias:

  • Dividir tareas grandes en pasos muy pequeños y visibles.
  • Usar recordatorios visuales o alarmas que “activen” el cerebro.
  • Empezar con 5 minutos: una técnica simple que rompe la inercia.
  • Combinar tareas aburridas con estímulos agradables, como música o recompensas breves.

🎯 Estrategias para trabajar con tu tiempo, no contra él

El objetivo no es controlar el tiempo, sino hacerlo visible.
Agenda con colores, temporizadores o apps de enfoque pueden convertir lo abstracto en algo tangible. Algunas personas con TDAH encuentran útil usar el “time blocking”, donde cada bloque tiene una sola meta y se celebra al completarla.

También ayuda reconocer los momentos del día donde tu energía es más alta y reservarlos para las tareas más exigentes. El tiempo con TDAH puede ser impredecible, pero no imposible de manejar si se adapta a tu ritmo natural.

🌿 Aceptar tu ritmo también es avanzar

Vivir con TDAH no significa fallar en la organización, sino aprender a organizarte de otra manera.
El tiempo no es tu enemigo; solo necesita otra forma de entenderse. Cuando dejas de forzarte a encajar en métodos que no se ajustan a tu mente, comienzas a descubrir tu propio sistema.
Y eso, más que productividad, es autocomprensión.

Conclusión

Aprender a gestionar el tiempo con TDAH no es cuestión de relojes, sino de compasión.
Cada pequeño avance cuenta, incluso cuando parece lento. Lo importante no es hacerlo perfecto, sino hacerlo posible.

🧩 Cómo la terapia ayuda a sanar lo que no decimos

cómo la terapia ayuda a sanar

En un mundo donde todo se comparte en redes, sigue habiendo algo que cuesta decir: lo que realmente sentimos. Muchos aprendemos a callar por miedo, culpa o costumbre. Sin embargo, romper el silencio puede ser el primer paso hacia la sanación. Este artículo explora cómo la terapia ayuda a sanar aquello que guardamos en lo más profundo y nos enseña a ponerle palabras al dolor.

🧠 El peso de lo que no decimos

Callar no significa olvidar. Cada emoción reprimida —tristeza, enojo, vergüenza— encuentra la forma de manifestarse: en el cuerpo, en la ansiedad o en relaciones que repiten los mismos patrones. Lo no dicho se convierte en un eco interno que nos aleja de la tranquilidad.

La psicoterapia ofrece un espacio seguro donde lo que se dice no se juzga, sino que se escucha con empatía. Nombrar las emociones permite entenderlas y comenzar a liberar lo que antes dolía en silencio.

💬 Hablar es sanar

En terapia, las palabras tienen un poder transformador. Poner en voz alta lo que duele ayuda a reorganizar los pensamientos, mirar desde otra perspectiva y, poco a poco, encontrar sentido a las experiencias.
Cuando decimos “me duele”, ya empezamos a sanar. Y cuando alguien nos escucha sin juzgar, el peso se vuelve más ligero.

Cómo la terapia ayuda a sanar no está solo en las técnicas psicológicas, sino en la conexión humana que se crea entre terapeuta y paciente: una relación basada en confianza, respeto y autenticidad.

🌱 Del silencio a la libertad emocional

Romper el silencio no significa hablar de todo, sino empezar por lo que importa. Cada palabra dicha es una puerta abierta hacia la libertad emocional.
En el proceso terapéutico, aprendemos a reconocer nuestras necesidades, poner límites y expresar lo que antes parecía imposible.

La sanación no ocurre de un día para otro, pero cada sesión es un paso hacia la reconciliación con uno mismo.

A veces, sanar no es olvidar, sino aprender a hablar de lo que dolió sin que duela.
Cómo la terapia ayuda a sanar no se trata solo de curar heridas, sino de aprender a escucharnos y a decir, sin miedo: “esto me pasó, y sigo aquí”.


🌿 Cómo cuidarte a ti mismo durante un periodo de cambio

Cómo cuidarte a ti mismo durante un periodo de cambio

Cuando atravesamos un periodo de cambio, es común sentirnos confundidos, cansados o incluso ansiosos. Por eso, aprender cómo cuidarte a ti mismo durante un periodo de cambio es fundamental para mantener el equilibrio emocional y físico. En este artículo encontrarás consejos simples para fortalecer tu bienestar y adaptarte con más calma y conciencia.

🌤 1. Conecta con la naturaleza

Pasar tiempo al aire libre es una de las formas más efectivas de cuidar tu mente durante los cambios. La naturaleza reduce el estrés, mejora la concentración y eleva tu estado de ánimo.
👉 Sal a caminar, respira aire fresco o siembra una planta.

🛑 2. Establece límites con empatía

Durante los cambios, no puedes hacerlo todo, y está bien. Aprender a decir “no” es una manera de cuidarte a ti mismo durante un periodo de cambio, evitando el agotamiento físico y mental.
Comunica tus límites con amabilidad y sin culpa: poner tu bienestar primero no es egoísmo, es salud emocional.

🧘‍♀️ 3. Muévete y respira

El movimiento ayuda a liberar tensiones y mejora el estado de ánimo. No necesitas una rutina intensa: caminar, estirarte o practicar yoga son formas efectivas de mantener tu equilibrio durante momentos de cambio.

💬 4. Habla y busca apoyo

Compartir lo que sientes es una de las formas más poderosas de autocuidado. Hablar con alguien de confianza o buscar ayuda profesional puede darte perspectiva y alivio.
Recuerda: pedir apoyo también es cuidarte.

🌙 5. Descansa y aliméntate bien

El descanso y la buena alimentación son pilares del bienestar. Dormir lo suficiente y comer de manera equilibrada te ayuda a enfrentar los cambios con más energía y claridad mental

💬 6. Busca apoyo

Hablar con personas de confianza aligera la carga emocional. Compartir lo que sientes con un amigo o familiar puede ayudarte a ver las cosas desde otra perspectiva y sentirte acompañado.

💚 6. Recuérdalo siempre: esto también pasará

Todo cambio es temporal. Recuerda los retos que ya superaste y confía en tu capacidad de adaptarte.
Cada etapa trae aprendizajes y nuevas oportunidades para crecer.

🩵 Cuidarte es una forma de avanzar.
Durante los cambios, sé amable contigo mismo: cada pequeño paso cuenta.

Cómo aprovechar mejor tu tiempo y ser más productivo

Cómo aprovechar mejor tu tiempo y ser más productivo

En algún punto de la vida todos hemos deseado tener más horas en el día. Sin embargo, la clave no está en añadir tiempo, sino en aprender a usarlo con mayor inteligencia. La productividad no significa trabajar más, sino hacerlo mejor, con estrategias que permitan avanzar hacia nuestras metas sin caer en el agotamiento.

A continuación encontrarás prácticas respaldadas por personas altamente productivas y expertos en gestión del tiempo que pueden ayudarte a transformar tu día.

1. Toma el control: sé proactivo

El primer paso para aprovechar tu tiempo es entender que tú eres responsable de cómo lo usas. Ser proactivo significa decidir en qué concentrar tu energía y no dejar que las circunstancias marquen el rumbo. Define metas claras y pregúntate qué acciones te acercan a ellas. Lo importante no es cuánto trabajas, sino en qué trabajas.

2. Crea un entorno que impulse tu productividad

Cómo aprovechar mejor tu tiempo y ser más productivo

El desorden externo suele reflejarse en el interno. Un espacio organizado favorece la concentración y reduce distracciones. Invertir tiempo en ordenar tu escritorio, mejorar tu iluminación o adaptar tu ambiente de trabajo puede marcar la diferencia entre un día caótico y uno productivo.

3. Agenda tu día por bloques

En lugar de depender únicamente de listas de tareas interminables, divide tu jornada en bloques de tiempo específicos para cada actividad. Elon Musk y Bill Gates utilizan esta técnica porque permite enfocarse en una cosa a la vez y evitar la multitarea. Como explica Cal Newport, con este método una semana laboral de 40 horas puede rendir tanto como una de 60 horas mal gestionada.

4. La importancia de la hidratación

El cerebro funciona mejor cuando está hidratado. Incluso una deshidratación leve puede afectar la memoria y la concentración. Mantén una botella de agua cerca y establece pausas cada cierto tiempo para beber. Es un hábito simple pero poderoso.

5. Ajusta tus expectativas

Tendemos a subestimar cuánto tardamos en hacer las cosas: es lo que se conoce como la falacia de la planificación. Para evitar frustraciones, considera una “visión externa”: pregúntate cuánto tardaría otra persona en completar esa tarea. Esto te ayudará a calcular con mayor realismo tus tiempos y evitar sobrecargas.

6. Libérate de reuniones innecesarias

El cofundador de Asana, Dustin Moskovitz, recomienda dejar al menos un día libre de reuniones. Esto permite tener un espacio exclusivo para el trabajo profundo. Analiza en qué inviertes tiempo de forma innecesaria y busca recortes: no todas las reuniones son esenciales.

Cómo aprovechar mejor tu tiempo y ser más productivo

7. Replantea tu uso de redes sociales

Las redes sociales pueden convertirse en uno de los mayores ladrones de tiempo. Se calcula que la persona promedio dedica más de cinco años de su vida a ellas. Una política personal de “cero redes sociales durante el trabajo” puede ayudarte a recuperar horas valiosas para tus proyectos y bienestar.

8. Haz pausas conscientes

El descanso no es un lujo, es una necesidad. Caminar, estirarte, respirar aire fresco o comer un snack saludable activa tu energía y evita la fatiga mental. El cerebro necesita momentos de recuperación para rendir al máximo.

No necesitas más horas en tu día, sino aprender a usarlas con inteligencia. Ser estratégico con tu tiempo implica decidir qué merece tu atención, organizarte con intención y cuidar de tu bienestar físico y mental. Cuando logras ese equilibrio, la productividad deja de ser un esfuerzo forzado y se convierte en un estilo de vida más pleno y efectivo.