Category Psicología pericial

🧩 Cómo la terapia ayuda a sanar lo que no decimos

cómo la terapia ayuda a sanar

En un mundo donde todo se comparte en redes, sigue habiendo algo que cuesta decir: lo que realmente sentimos. Muchos aprendemos a callar por miedo, culpa o costumbre. Sin embargo, romper el silencio puede ser el primer paso hacia la sanación. Este artículo explora cómo la terapia ayuda a sanar aquello que guardamos en lo más profundo y nos enseña a ponerle palabras al dolor.

🧠 El peso de lo que no decimos

Callar no significa olvidar. Cada emoción reprimida —tristeza, enojo, vergüenza— encuentra la forma de manifestarse: en el cuerpo, en la ansiedad o en relaciones que repiten los mismos patrones. Lo no dicho se convierte en un eco interno que nos aleja de la tranquilidad.

La psicoterapia ofrece un espacio seguro donde lo que se dice no se juzga, sino que se escucha con empatía. Nombrar las emociones permite entenderlas y comenzar a liberar lo que antes dolía en silencio.

💬 Hablar es sanar

En terapia, las palabras tienen un poder transformador. Poner en voz alta lo que duele ayuda a reorganizar los pensamientos, mirar desde otra perspectiva y, poco a poco, encontrar sentido a las experiencias.
Cuando decimos “me duele”, ya empezamos a sanar. Y cuando alguien nos escucha sin juzgar, el peso se vuelve más ligero.

Cómo la terapia ayuda a sanar no está solo en las técnicas psicológicas, sino en la conexión humana que se crea entre terapeuta y paciente: una relación basada en confianza, respeto y autenticidad.

🌱 Del silencio a la libertad emocional

Romper el silencio no significa hablar de todo, sino empezar por lo que importa. Cada palabra dicha es una puerta abierta hacia la libertad emocional.
En el proceso terapéutico, aprendemos a reconocer nuestras necesidades, poner límites y expresar lo que antes parecía imposible.

La sanación no ocurre de un día para otro, pero cada sesión es un paso hacia la reconciliación con uno mismo.

A veces, sanar no es olvidar, sino aprender a hablar de lo que dolió sin que duela.
Cómo la terapia ayuda a sanar no se trata solo de curar heridas, sino de aprender a escucharnos y a decir, sin miedo: “esto me pasó, y sigo aquí”.


La Importancia de Evaluar la Idoneidad en los Casos de Guardia y Custodia

La idoneidad se refiere a la capacidad de un adulto para satisfacer las necesidades físicas, emocionales, psicológicas del menor adecuadamente

Garantizando el Cuidado Adecuado

La idoneidad en el cuidado de menores es un aspecto fundamental a considerar en los casos de guardia y custodia. Cuando se toma la decisión de asignar la responsabilidad de cuidar y criar a un menor a un padre o una madre, es crucial evaluar su capacidad y aptitud para brindar un entorno seguro y saludable para el desarrollo del niño o niña. La idoneidad se refiere a la capacidad de un adulto para satisfacer las necesidades físicas, emocionales y psicológicas del menor de manera adecuada.

Indiscutiblemente un divorcio afecta a los hijos, pero a veces mucho menos de lo que se piensa y es mucho peor que los hijos presencien las peleas de los padres, se sientan inconscientemente comprometidos con alguno de los progenitores formando una alianza que les pueda afectar en su
sano desarrollo emocional.

El INEGI en su estudio estadístico en 2020 menciona que: Durante 2019 se registraron 160 107 divorcios; 14 402 fueron resueltos por la vía administrativa y 145 705 por la judicial. En este caso se abordará el tema del divorcio judicial, dado la problemática que se origina a raíz de todo este proceso.

Cuando se da un divorcio y hay hijos en común, la guardia y custodia puede ser adjudicada a cualquiera de los 2 progenitores, la decisión final depende de varios factores.

¿Con quién se quedan los hijos y por qué?

La familia es el primer grupo socializador de los niños y niñas, por tal razón la forma en la que los padres, adultos y cuidadores afronten sus conflictos y establezcan normas, será determinante en la imagen que los niños se vayan formando de sí mismos, es decir que los adultos que acompañan el proceso de crecimiento y desarrollo de los niños tienen un papel fundamental, pues deben contribuir al sano desarrollo de los mismos.

La idoneidad se refiere a la capacidad de un adulto para satisfacer las necesidades físicas, emocionales, psicológicas del menor adecuadamente

Desde el enfoque del modelo ecológico propuesto por Bronfenbrenner, en donde hace referencia a varios subsistemas, que de haber sido fortalecidos los niños en un sano desarrollo se reflejará en su desenvolvimiento, ya que lo que la persona aprenda, los primeros vínculos que establezca con sus principales cuidadores, normas y valores con las que se forme marcaran la pauta para futuras interacciones sociales y el rol que desempeñen en la sociedad.

Por tales razones la idoneidad en el cuidado de los menores es de suma importancia, para determinarla es necesario tomar en cuenta los siguientes factores:

  • Estilos educativos o de socialización
  • Prácticas de crianza
  • Competencias parentales
  • Parentalidad positiva
  • Clima familiar

Una visión sistémica en estos procesos apoyará a dar una respuesta en la administración de justicia más asertiva. En casos de guardia y custodia, la evaluación de la idoneidad en el cuidado de menores es esencial para asegurar el bienestar y la seguridad del niño. Es importante contar con profesionales capacitados, como psicólogos especializados en el área de la psicología pericial, para llevar a cabo una evaluación exhaustiva y justa. La prioridad debe ser siempre el interés superior del menor y su derecho a crecer en un entorno seguro y saludable.

Una mirada psicológica en el ámbito legal.

Psic.Itzel Díaz